

Con cerca del 85% de las mesas escrutadas en la provincia de Buenos Aires que marcaron una clara derrota del partido de Javier Milei por 13 puntos, el referente de la Coalición Cívica Catamarca y candidato a diputado por “Primero Catamarca”, Rubén Manzi, expresó: "El discurso violento ya no tiene el efecto del 23, y pesan más los enormes problemas de gestión y las graves sospechas de corrupción a poco más de un año y medio de gobierno".
El dirigente consideró que el triunfo de Kicillof en Buenos Aires, "muestra que el gobierno de Milei cayó en su propia trampa, se creyó el propio relato y fue devorado por su propia soberbia. Desde un primer momento el gobierno nacional dejó de lado las ideas del liberalismo, se encerró en sí mismo y comenzó a expulsar a cualquiera que expresara el más mínimo disenso”. “El recorte a los jubilados, el ataque injustificado hacia las personas con discapacidad; los ajustes sobre la ciencia, el maltrato a los profesionales del Garraham, entre otras desinteligencias, le terminaron pasando factura”, agregó Manzi, quien consideró que “no se puede gobernar con una motosierra y con insultos, hace falta gestión para gobernar un país que, es innegable, Milei recibió en pleno naufragio”.
Asimismo, advirtió que “el kirchnerismo, que llegó a la unidad atado con alambres, con su principal figura condenada y con prisión domiciliaria, se termina beneficiando del profundo rechazo al gobierno nacional, la polarización así lo demuestra. Pero hay que señalar que el peronismo tiene en la provincia de Buenos Aires, un bastión histórico”. Finalmente, expresó: “en nuestra provincia: Ni Jalil, ni Milei, Primero Catamarca”.