El femicidio y la reconstrucción del caso
De acuerdo con la reconstrucción de la acusación, el asesinato ocurrió durante la madrugada del 1 de marzo de 2020. Vera, que tenía 20 años en ese momento y estudiaba medicina, citó a Brenda en un dúplex propiedad de su abuela, ubicado sobre la calle Ayacucho Norte, frente a la Universidad Nacional de Catamarca, lugar que se convirtió en la escena del crimen
La relación entre ambos, iniciada a fines de noviembre de 2019, ya presentaba conflictos. La víctima le había informado a Vera que creía estar embarazada y se negaba a abortar, tal como él le exigía.
La fiscalía sostuvo que Vera, quien planeaba mudarse a estudiar a Córdoba, comenzó a buscar una forma de “deshacerse” de la joven. La investigación incluso reveló que el condenado llegó a pensar en contratar a un sicario para atacarla con un arma blanca y acuchillarla en la panza para que perdiera el embarazo. En conversaciones con conocidos, también llegó a comentar: “Si vamos al casino y ganamos, compro tres botellas de alcohol para quemarla”. Sus amigos no creyeron que llegaría a cometer el hecho.
Las cámaras de seguridad confirmaron que Brenda llegó a la propiedad a la 1.48 de la madrugada y nunca más fue vista con vida. La autopsia determinó que la joven no pudo defenderse y tenía una clara desventaja física frente al agresor, quien medía 30 centímetros más.
Vera la mató asfixiándola con una prenda de ropa en la boca. Posteriormente, intentó incinerar el cuerpo en la parrilla del dúplex utilizando las botellas de alcohol que había comprado.
Los intentos por ocultar el crimen
Luego de la atroz acción, el femicida consiguió una camioneta prestada por su padre para trasladar los restos y una pala. También arrojó una bolsa con objetos de limpieza del asador en un contenedor. Finalmente, enterró el cuerpo en la ruta provincial 4.
Al amanecer, Vera buscó a su mejor amigo y le confesó por el portero eléctrico: “La cagué, la maté a Brenda”. Más tarde, hizo lo mismo con sus familiares, quienes tomaron la decisión de entregarlo a la Policía provincial.
Ante las autoridades, Vera mintió inicialmente, diciendo que la víctima se había caído de las escaleras y que él había descartado el cuerpo por miedo a ser inculpado. Sin embargo, la autopsia descartó esa versión, y además reveló que Brenda no estaba embarazada e incluso no podía estarlo debido a un quiste en el útero.
En mayo de 2021, el tribunal de la Cámara Penal N°1, integrado por los jueces Fernando Esteban, Mauricio Navarro Foressi y Carlos Moreno, impuso la pena máxima al joven, que en ese momento tenía 21 años. El cargo fue por “homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por femicidio”.
Antes de que se dictara el fallo, Vera manifestó: “Quiero pedir mis más sinceras disculpas a la familia de Brenda y a toda la sociedad en general”.
