

El destino de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, será el penal de Cañete en la región de Lima, Perú, mientras se resuelve su extradición a la Argentina, donde enfrenta acusaciones gravísimas por el triple crimen de Florencio Varela.
El establecimiento, oficialmente llamado Penal de Nuevo Imperial, es conocido por sus altos niveles de hacinamiento y las dificultades para mantener el control interno, aunque también cuenta con talleres laborales y programas educativos para parte de su población
Sin embargo, de acuerdo con un informe publicado por el diario local El Comercio, aloja a entre 1900 y 2000 personas, lo cual refleja una superpoblación de entre 160% y 200%, uno de los índices más altos del sistema penitenciario peruano.
Qué le espera a “Pequeño J” en Cañete
El hacinamiento afecta el día a día: las celdas están compartidas por varios internos, el espacio disponible es mínimo y el acceso a agua potable, alimentación adecuada y atención médica es limitado.
El penal está dividido en módulos que separan a condenados de procesados. En el caso de “Pequeño J”, al estar detenido por un proceso de extradición, será alojado en un sector preventivo mientras se resuelve su situación judicial.
La seguridad interna es otro de los grandes asuntos en Cañete. Los operativos de requisa son frecuentes: se suelen incautar drogas, licor artesanal, celulares, armas blancas y otros objetos prohibidos. Esto revela la dificultad de controlar el ingreso de elementos ilegales y la tensión constante entre los internos.
Además, el penal alberga perfiles muy diversos entre sus detenidos, lo que suma complejidad a la convivencia y a la gestión del lugar.
Talleres, educación y actividades para los internos