

Este jueves 23 de octubre, a las 18:00, durante la Santa Misa por los enfermos, será bendecido y entronizado el cuadro de San Peregrino Laziosi, protector de los enfermos oncológicos, enfermedades incurables y dolencias de las piernas, en el Santuario de la Gruta de Nuestra Señora del Valle.
"Será un momento de gracia incalculable, un hijo y siervo de la Virgen María santo, que nos enseñará el camino de la esperanza, la conversión y la sanación", señaló el padre Santiago Granillo, rector del Santuario de la Gruta.
¿Quién fue San Peregrino Laziosi?
San Peregrino Laziosi (1265-1345) fue un laico italiano de vida mundana, quien se arrepintió tras un encuentro con San Felipe Benizi, se unió a los Siervos de María y se dedicó a la oración y el servicio a los pobres. Desarrolló cáncer en una pierna, siendo la amputación el único tratamiento, pero fue milagrosamente sanado tras una noche de oración ante un crucifijo. Por esta curación, es el santo patrón de quienes padecen cáncer, enfermedades incurables y dolencias en las piernas.
Juventud y conversión
Nació en 1265 en Forlí, Italia, y llevó una vida rebelde y anticlerical. En una protesta, golpeó a San Felipe Benizi, pero al no recibir represalia, se arrepintió profundamente y pidió perdón.
Inspirado por la Virgen María y siguiendo el consejo de Felipe, se unió a la Orden de los Siervos de María.
Vida de penitencia y servicio
Se dedicó a la vida religiosa con gran fervor, buscando reparar sus pecados pasados.
Como penitencia, se comprometió a estar de pie la mayor parte del tiempo, lo que le provocó una grave afección en una pierna.
Se convirtió en un sacerdote modelo, famoso por su predicación y por su servicio a los enfermos y pobres.
Milagro y legado
Desarrolló un cáncer de pierna que los médicos determinaron que requería amputación. La noche anterior a la cirugía, oró devotamente y tuvo una visión de Cristo tocándole la pierna. Al despertar, estaba completamente curado.
Murió en 1345 y su cuerpo se encuentra incorrupto en su ciudad natal.
Fue canonizado en 1726 y es invocado como patrón de los enfermos de cáncer, de las dolencias en los pies y de las situaciones desesperadas.
San Peregrino, ruega por nosotros y todos los enfermos oncológicos. Amén.