Autoridades y especialistas alertan por el uso desmedido de *midazolam*, un potente fármaco de uso hospitalario que, consumido sin control, genera una rápida dependencia y un síndrome de abstinencia potencialmente mortal.
El uso clandestino de *midazolam* se ha extendido peligrosamente en distintos sectores de Catamarca, especialmente entre jóvenes y adolescentes. Según testimonios recogidos por *El Ancasti* y fuentes médicas consultadas, esta sustancia provoca una fuerte adicción en poco tiempo y su interrupción abrupta puede causar graves consecuencias físicas y psicológicas, llegando incluso al suicidio en los casos más extremos.
El *midazolam* pertenece al grupo de las benzodiacepinas y se utiliza en medicina como sedante, hipnótico, ansiolítico y amnésico. Es empleado en contextos controlados, como antes de cirugías, en cuidados intensivos o para inducir anestesia, siempre bajo estricta supervisión médica. Sin embargo, en la provincia se comercializa de manera ilegal en comprimidos, con puntos de venta distribuidos en varios barrios de la capital.
De acuerdo con relatos de exconsumidores, muchas personas —en su mayoría jóvenes— acceden con facilidad a las pastillas, que se venden a un valor de entre 4.000 y 5.000 pesos cada una. Habitualmente, los comprimidos son triturados para ser inhalados. La adicción aparece en cuestión de días, y abandonar el consumo resulta extremadamente difícil. Tanto la droga como su abstinencia provocan daños severos en el organismo y en la salud mental.
Consecuencias ocultas
Quienes conocen este circuito clandestino aseguran que ya se registraron casos de jóvenes con secuelas neurológicas graves, e incluso muertes vinculadas al consumo o la abstinencia del *midazolam*, aunque rara vez se las asocia oficialmente con la droga.
El fármaco suele utilizarse para contrarrestar los efectos del consumo de cocaína, pero al inhalarlo se genera una nueva adicción igual o más intensa, lo que da origen a un círculo vicioso difícil de romper. Para sostener el hábito, muchos consumidores terminan recurriendo a pequeños robos o hurtos, lo que los expone a detenciones. En las comisarías, los cuadros de abstinencia suelen agravarse, sin que se les brinde asistencia médica adecuada, tratándose únicamente como un problema de seguridad y no de salud pública.
Hace pocas semanas, un escrache en redes sociales expuso a una persona acusada de vender comprimidos de *midazolam* de manera ilegal, tras el suicidio de un joven que era uno de sus clientes.
##Falta de respuestas y controles
En el sistema sanitario provincial no se aborda de manera explícita el consumo clandestino de esta sustancia, ni existen programas específicos de contención o prevención. Aunque se han realizado algunos operativos policiales donde se incautaron pastillas, los procedimientos parecieron ser más fortuitos que resultado de investigaciones focalizadas.
Por otro lado, no hay registros de que en otras provincias del país se observe un consumo ilegal tan extendido como el que se reporta en Catamarca, lo que acentúa la preocupación local. Especialistas consideran urgente que las áreas de Salud y Seguridad trabajen en conjunto para frenar la distribución del fármaco y brindar asistencia a quienes ya desarrollaron dependencia.
### Antecedentes recientes
En agosto pasado, durante un control vehicular en Santa Cruz (Valle Viejo), una persona huyó del operativo dejando abandonadas más de **2.400 pastillas de midazolam**, presuntamente destinadas a la venta ilegal en la capital. Un año antes, la Policía detuvo a seis individuos que transportaban **17.500 comprimidos** del mismo medicamento en un operativo antidrogas.