Una multitud de chaqueños celebró con conmovedoras escenas de alegría y alivio la sentencia que declaró culpables a los principales imputados en el brutal femicidio de Cecilia Strzyzowski, un caso que conmocionó a la provincia y expuso las complejas relaciones entre el poder político y el crimen organizado local.
Las afueras del Centro de Estudios Judiciales se transformaron en el epicentro de un clamor por justicia que se extendió por horas, reflejando el fuerte impacto social del veredicto.
El fallo, dado a conocer en la tarde del sábado, resolvió la situación legal de los siete acusados en la causa. El tribunal declaró a César Sena, Emerenciano Sena y Marcela Acuña culpables del delito de femicidio, la imputación más grave en el expediente. Esta determinación judicial marcó un punto de inflexión en un caso que generó una masiva demanda de justicia desde que se conoció la desaparición de Cecilia en junio pasado.
Simultáneamente, la Justicia resolvió la situación de los colaboradores y encubridores. Gustavo Obregón, Fabiana González y Gustavo Melgarejo fueron encontrados culpables de encubrimiento del crimen, al haber participado de distintas formas para ocultar el rastro de Strzyzowski tras su asesinato. En contraste, Griselda Reinoso resultó absuelta de los cargos que se le imputaban, cerrando así la lista de personas sentenciadas por el caso.
Apenas se anunció el veredicto, las personas que aguardaban expectantes el desenlace del proceso se fundieron en abrazos, llantos y gritos de "Nunca más" y "Se hizo Justicia". Muchos de los presentes portaban pancartas con el nombre y la imagen de la víctima, consolidando la imagen de una sociedad que se movilizó de manera sostenida para asegurar que el crimen no quedara impune. Las celebraciones evidenciaron el sentir colectivo de que la sentencia ofrecía un cierre parcial a un doloroso proceso.
El caso tomó una dimensión política significativa debido al peso de los condenados. Emerenciano Sena y Marcela Acuña, líderes de movimientos sociales y con fuertes lazos con el poder en la provincia, eran figuras conocidas en el ámbito político. Esta conexión con las estructuras de poder añadió una capa de complejidad al proceso judicial, motivo por el cual la condena fue vista por la sociedad no solo como un acto de justicia penal, sino también como un mensaje de la independencia del Poder Judicial.