miércoles 19 de noviembre de 2025 - Edición Nº798

Nacionales | 19 nov 2025

Tomemos conciencia

Día Mundial contra el Abuso Sexual Infantil:

Una realidad que persiste y la urgencia de fortalecer la protección


 

Cada 19 de noviembre el mundo vuelve a mirar de frente una problemática que continúa presente y dolorosamente vigente: el abuso sexual infantil sigue siendo un delito frecuente, cercano y muchas veces cubierto por una impunidad que lastima. Y esa impunidad no solo responde a agresores que logran evitar condenas, sino también a fallas estructurales que atraviesan todo el sistema. La mayoría de los casos no llega a denunciarse, muchos expedientes se cierran por falta de pruebas, los procesos judiciales suelen retrasarse y desgastar a las familias, y numerosas instituciones aún no cuentan con equipos preparados para investigar hechos de esta complejidad.

Por eso esta fecha, que reúne el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil y la jornada contra el Maltrato Infantil, no puede quedar en un gesto simbólico. Es un llamado urgente a revisar qué estamos haciendo —y qué no— como comunidad y como Estado para cuidar a quienes dependen por completo de los adultos.


El riesgo suele estar en el entorno cercano

Los estudios en criminología son contundentes: el peligro principal no proviene de desconocidos ni de “depredadores online”, sino de personas del círculo íntimo. Según datos de UNICEF, entre el 70% y el 85% de los casos son perpetrados por familiares, allegados, docentes, entrenadores o adultos de confianza.

El agresor casi siempre es alguien con vínculo y autoridad sobre la víctima. Allí radica el núcleo del abuso: una relación de poder desigual que se sostiene en la manipulación, el miedo y la dependencia emocional. Lugares que deberían ser de resguardo —como casas, escuelas o clubes— terminan silenciando lo ocurrido por vergüenza, culpa o temor. Un niño no calla por elección: calla porque sabe, aun sin comprender del todo, que el adulto controla las consecuencias.


La tecnología amplificó un problema que ya existía

Lo digital no creó el abuso, pero sí lo volvió más rápido, más accesible y más difícil de frenar. El grooming, la captación online y la circulación global de material de explotación encontraron en internet un espacio donde los agresores actúan con ventajas: anonimato, alcance ilimitado y la posibilidad real de evadir controles.


El 19 de noviembre exige acción real

La prevención no empieza frente a una pantalla. Empieza en el hogar, en la escuela y en la formación de adultos capaces de escuchar, contener y actuar. Supone enseñar a los niños a reconocer límites, pedir ayuda y confiar en que serán protegidos.

Los Estados tienen la responsabilidad de contar con equipos especializados, procesos judiciales ágiles y políticas sostenidas. No alcanzan los comunicados ni las campañas aisladas.


La infancia necesita adultos que actúen

El 19 de noviembre nos recuerda una verdad básica:

Los niños no pueden defenderse solos.
Cuidarlos no es un acto de buena voluntad.

Es una obligación ética, social y legal. Y estos delitos deben investigarse y sancionarse sin demoras, sin excusas y sin silencios impuestos.

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