Desde su departamento de San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad, Cristina Kirchner envió un mensaje grabado a la peña de fin de año del Instituto Patria, realizada el sábado pasado, en el que cuestionó la persecución judicial contra el peronismo y criticó las políticas del gobierno de Javier Milei.
“La privación de la libertad y fundamentalmente mi proscripción, ese es el verdadero castigo”, afirmó la expresidenta. Y agregó: "La proscripción, más que un castigo a mi persona, es en realidad un castigo a esos millones y millones de argentinos que se sienten identificados con una idea de país, con una idea de patria, es a ellos a los que verdaderamente se proscribe, no a mí.
A lo largo del mensaje, Cristina Kirchner repasó el sentido político que le atribuye a su condena y reivindicó los años de gestión del kirchnerismo. Sin embargo señaló que no era momento de hablar del pasado, sino de pensar “lo que hay que hacer” en medio de un clima social que definió como de “tiempos líquidos” o “tiempos de burrés”.
Retomando palabras de Teresa Parodi, presente en el evento, destacó que “los procesos históricos demandan maduración” y pidió “militar mucho, pero mucho en serio”. La expresidenta comparó el presente con otros períodos críticos de la historia argentina, al advertir sobre un “individualismo exacerbado” y una fuerte “negación de la realidad”.
“Había en otros tiempos este mismo individualismo, tal vez más trágico, más dramático porque estaba signado por él ´no te metas´, ´algo habrán hecho´, ´los argentinos somos derechos humanos´, o la denuncia", señaló. Y continuó: "Donde había la misma negación, pero la misma negación, de amplios sectores de la sociedad de lo que pasaba, de la realidad. Que no era solamente una realidad de desocupación, de fábricas cerradas, como hoy está sucediendo, de negocios que no vuelven a abrir, de caída del consumo, de gente que tiene tres, cuatro, cinco trabajos y no le alcanza tampoco. No, no, no, era negación de cosas más graves aún de lo que pasaba, de individualismo más exacerbado, más terrible".
Pese a ese escenario, se mostró confiada: “También salimos de aquellos momentos trágicos y dramáticos a etapas de reconstrucción democrática que parecían imposibles”.
La dos veces presidenta cerró el mensaje con un llamado a sostener la convicción política más allá de los ciclos electorales. “La historia demanda tiempo, y muchas veces no coincide con el calendario. Por eso a la fe y a la convicción hay que acompañarlas con la firmeza de nuestras acciones”, expresó.