Diego Luis Xiccato, Mauricio Ariel Aparo-Orlando, Sebastián Luis Moya, Juan Manuel Zuloaga-Arenas y Juan Pablo Rua son los cinco amigos cuarentones que viajaron juntos a Miami y volverán a hacerlo el año próximo por exigencia de la justicia a los Estados Unidos.
Son quienes, como se sabe, enfrentan cargos por los delitos “esquema organizado para defraudar” y “hurto en tiendas” de la ciudad del estado de Florida, donde fueron detenidos por hurtar en el Dolphin Mall —según fueron sentenciados en primera instancia— y solo pudieron regresar a nuestro país luego de pagar una fuerte fianza.
Ahora, ya en sus lugares de origen, dos de ellos decidieron hablar a raíz de la repercusión que tuvo en la Argentina, lo que derivó en una condena mediática que afecta la reputación de los llamados “mecheros vip”.
Se habría tratado de un "episodio confuso”, coincidieron Mauricio Aparo-Orlando (49) y Juan Pablo Rua (45), quienes se defendieron de la acusación al afirmar que "no somos mecheros vip, somos trabajadores".
Relataron que junto a los otros tres acusados ingresaron al shopping con valijas vacías para colocar en ellas lo que iban a comprar. Luego, habiendo sido grabados por cámaras de seguridad del lugar, la policía local los abordó para hacérselas abrir y ver la mercadería que llevaban en ella.
"En el patio de comidas la Policía nos detiene, nos piden abrirlas y de muchas de las cosas teníamos los tickets, pero de otras no, por lo que nos llevan a la comisaría”, relataron.
Y prosiguieron en declaraciones por la señal TN: “Al día siguiente nos leyeron los cargos, impusieron la fianza para la excarcelación y no nos defendimos porque no era la instancia".
En total, la policía les incautó artículos valuados en aproximadamente U$S2.000. Tras el arresto, la jueza Mindy Glazer, del Tribunal de Circuito 11 de Florida, les notificó los cargos preliminares, que incluyeron crimen organizado para defraudar, múltiples robos en un lapso inferior a 30 días y hurto al por menor, fijando fianzas de hasta U$S4.500 por cada imputado.
Las pagaron y así fueron liberados para retornar a la Argentina, aunque ello no implicó una deportación. “Salimos de Estados Unidos sin problema. Migratoriamente no hay ninguna causa en nuestra contra. Solo es un reporte", aseguraron.
No obstante, los cinco amigos deberán volver a Miami a finales de enero del año próximo, según estableció la justicia estadounidense al dejarlos en libertad. Allí se verá cuál es la condena definitiva.