Por segundo día consecutivo, el riesgo país registró una caída y se ubicó este miércoles 17 de diciembre en 555 puntos básicos, el nivel más bajo en más de siete años. Aunque hacia el cierre de la jornada avanzó algunos puntos hasta los 569, el indicador se mantuvo en valores que no se observaban desde el 31 de julio de 2018, cuando había cerrado en 556 unidades. 

El índice que elabora JP Morgan reflejó una mejora en la percepción de los inversores tras los recientes anuncios del Banco Central, que incluyeron cambios en el esquema de ajuste de las bandas cambiarias y la puesta en marcha de un programa de acumulación de reservas. Estos factores impulsaron una nueva suba de los bonos soberanos en dólares, que en la apertura del día mostraron alzas superiores al 1%. 

Según explicó Milo Farro, analista de Rava Bursátil, todos los bonos bajo ley extranjera ofrecen actualmente rendimientos de un dígito, con el riesgo país en torno a los 550 puntos, el mínimo desde el inicio de la gestión de Javier Milei. No obstante, advirtió que persiste la incertidumbre sobre cómo se afrontarán los vencimientos de deuda previstos para enero.

En ese sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, señaló que el Gobierno evalúa distintas alternativas para cumplir con compromisos que superan los US$4200 millones. Entre las opciones se encuentran el uso de swaps con China y Estados Unidos, préstamos bancarios y operaciones en el mercado financiero.

La baja del riesgo país es considerada una señal clave para el Ejecutivo, ya que acerca la posibilidad de volver a emitir deuda en los mercados internacionales. Desde el Gobierno destacan que el acceso al financiamiento externo permitiría al Banco Central acumular reservas, en lugar de destinarlas al pago de vencimientos. 

Si bien Caputo reiteró su intención de reducir la dependencia de Wall Street y fortalecer el mercado local, los analistas estiman que durante 2026 podría concretarse alguna colocación de bonos en el exterior. El Fondo Monetario Internacional también remarcó la necesidad de que la Argentina refinancie sus compromisos en el mercado.

De acuerdo con estimaciones privadas, si el riesgo país descendiera hasta la zona de los 450 puntos, el país podría acceder a financiamiento externo con tasas inferiores al 10%. Para ello, sin embargo, sería necesario el aval del Congreso, motivo por el cual la primera emisión en moneda extranjera se realizó bajo ley local, con el objetivo de agilizar la llegada de fondos y evitar debates legislativos.