La Justicia Federal de Salta revocó el sobreseimiento de Héctor Romero, el camionero que fue la última persona en ver con vida a María Cash, la diseñadora de 29 años desaparecida desde el 8 de julio de 2011.
La decisión fue adoptada por la Sala I de la Cámara Federal de Salta, que ordenó que continúe la investigación para profundizar la hipótesis sostenida por la querella y por el fiscal Eduardo Villalba, quienes acusan a Romero por el delito de homicidio agravado por alevosía.En su resolución, los jueces Ernesto Solá Espeche, Santiago French y Luis Renato Rabbi Baldi Cabadillas señalaron que hasta el momento no se alcanzó el grado de certeza negativa necesario para dar por concluida la etapa de instrucción, por lo que consideraron prematuro cerrar la causa.
De acuerdo con el fallo de 129 páginas al que accedió la Noticias Argentinas, el tribunal rechazó los planteos de nulidad presentados por las partes, aceptó parcialmente los recursos de apelación interpuestos por el fiscal y por el defensor público de la víctima, y revocó el sobreseimiento de Romero para que la investigación continúe, conforme a lo establecido en el artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación.
Asimismo, los magistrados rechazaron las solicitudes de apartamiento de la jueza interviniente y dieron lugar al pedido del particular damnificado para suprimir las declaraciones testimoniales de Jesús Virgilio Chuquisaca y Carlos Enzo Cuellar.
En abril de este año, la familia de la joven desaparecida emitió un comunicado dónde denunciaba lo que ocurría entorno al caso. "De la investigación llevada a cabo por personal especializado del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de la provincia, se logró determinar que Romero fue la última persona que vio a María con vida, pese a lo cual y a que existen fuertes constancias y escuchas en la causa en donde el propio Miguel Segura, su jefe, refiere 'después eso explicale vos el quilombo que tengo yo hoy en día por culpa de un chofer pelot... que ha hecho una cag...', se encuentra en prisión domiciliaria.
Entre los argumentos de la jueza para sostener el beneficio se menciona que Romero posee una enfermedad grave, crónica y por su avanzada edad.
La familia no sólo cuestiona la decisión judicial, puesto que es la última persona que vio a María Cash con vida. Además, llama la atención que esté en prisión domiciliaria cuando ni siquiera se declara inocente, y se advierte todo un encubrimiento por parte del entorno de Romero, que incluye personajes políticos importantes de General Güemes.
Sumado a ello, en su declaración indagatoria no aportó mayores datos, se escudó en cuestiones tangenciales, como señalar que no sabía que la persona que había llevado era Maria Cash".
El comunicado continúa dando detalles sobre lo que consta en la causa respecto al día de la desaparición:
"En consecuencia, el día 8/7/11 a las 16.30 aproximadamente, Héctor Romero subió a Maria Cash al camión marca Mercedes Benz blanco con la leyenda “Catita” que conducía con la intención de mantener relaciones sexuales con ella, en cercanías de la rotonda de General Güemes, con dirección al sur. Después la llevó hacia un lugar en el que no pudiera ser visto a fin de concretar su objetivo y, ante la resistencia rotunda y vehemente de la víctima, le quitó la vida aprovechando la situación de debilidad, desorientación y vulnerabilidad en la que estaba María, y se deshizo del cuerpo.
Hasta el día de la fecha no ha sido encontrado el cuerpo de Maria Cash, lo que impide conocer con precisión la mecánica que provocó el desenlace fatal, pero permite asegurar la eficacia con la que su agresor ocultó el cuerpo, contando además con la ayuda de su entorno, que intentó (e intenta) encubrir lo ocurrido.
Sin embargo, la desigualdad entre víctima y victimario, sumado a las especiales circunstancias de vulnerabilidad de María al momento del hecho, que incrementaron exponencialmente su estado de indefensión, son las que dan sustento a la alevosía observada en la conducta típica, antijurídica y culpable de Romero".
A continuación, la familia utilizó una serie de subtítulos para responder preguntas respecto a la causa y a la detención de Héctor Romero:
Mientras la imagen de María Cash inundaba los medios, Romero permanecía en silencio. Nunca comunicó a las autoridades que él la había subido al camión que conducía. Gracias a un testigo clave, Rene “Tucho” Torres, y a una investigación exhaustiva, pudo ser identificado.
Las incongruencias en las declaraciones de Romero generaron desconcierto entre los investigadores. Romero afirma que María subió a su camión sin mediar palabra, un hecho que contradice el comportamiento previo de la joven, quien siempre buscaba seguridad antes de aceptar el transporte. Tal cual surge de los diversos testimonios reunidos a lo largo de la investigación
Las versiones de Romero sobre el lugar donde recogió a María son contradictorias. ¿Por qué tanta imprecisión si conoce la ruta a la perfección?
Las razones de Romero para frenar fueron confusas, primero dijo “algo de la chica lo hizo frenar”, luego “no se pone a mirar cómo es la persona que hace dedo” y finalmente “no le llamó nada la atención”.
Romero cambia su versión sobre si reconoció a Maria Cash, primero la identifica, luego duda y finalmente niega haberle visto la cara. El aspecto de Maria, según Romero no coincide con las cámaras de Aunor, ni con los testigos.
Nilda Ruiz la describe: jeans, botas, cabello recogido. “Tucho” Torres la recuerda hermosa y prolija y las cámaras de Aunor lo confirman, llevaba el pelo recogido.
Romero ha cambiado su versión sobre el lugar donde la dejó hasta en seis ocasiones. Primero dijo que la dejó en El Estanque, luego en Palomitas, después un poco antes de la Difunta Correa, luego al llegar a la Difunta Correa y recientemente, 20 metros antes de la gomería.
La familia Crespin que allí reside asegura no haber visto a María. El jefe de Romero declaró que Romero le dijo que la bajó por el mal olor, una versión muy diferente a la de Romero.
En las diversas oportunidades en que Romero declaró durante la lnvestigación, siempre sostuvo que María le pidió agua, y él no tenía por eso no le dio.
En la testimonial de David Romero, en cambio, el testigo declaró que su hermano, Héctor Romero, le comentó que ‘la mujer tenia mal olor y que le habría dado de beber agua que el llevaba en el camión.
Se infiere que la negativa al referirse a la botella de agua responde al instinto natural de quien busca negar y eliminar todo elemento que haya tenido contacto con la víctima y que pueda vincularlo al hecho.
Romero es camionero desde hace 20 años y conoce la ruta como la palma de su mano, ¿cómo es posible que confunda lugares tan distintos?
¿Por qué sólo recuerda los pies de María? Romero describe a María de abajo hacia arriba, enfocándose en las botas y pantalones, ignora su rostro y el resto de la ropa.
La lógica lo contradice: si Romero estaba sentado en su camión, lo lógico seria que viera a María de arriba hacia abajo,
¿Por qué esta descripción invertida? Testigos lo desmienten, Beatriz Ruiz, Rene Torres y las cámaras de Aunor, describen a María de arriba hacia abajo, con el cabello recogido.
La reconstrucción del lugar donde Romero dice haber dejado a María revela que un camión cargado no podría haber frenado ahí. Además, la geografía lo contradice, la ubicación de la gruta de la Difunta Correa y la gomería de los Crespin hacen imposible que María haya visto camiones desde el lugar donde Romero dijo que los vio y le pidió que frenara.
Romero insiste que había varios camiones donde dejó a María, pero los Crespin lo desmienten, como así también las fotos de Gendarmería Nacional del momento del hecho.
¡Sus tiempos no cuadran! Romero llega a JV González a las 18.42, pero al supermercado a descargar, 33 minutos después (cuando es un recorrido que dura 5 minutos). ¿Qué hizo en ese lapso?
Romero dice que regresó a Güemes a las 22 pero su teléfono lo ubica saliendo de González a las 21.07. El encargado del supermercado dice que Romero cenó antes de partir, pero el teléfono de Romero lo desmiente.
Romero debería haber tardado en su regreso a Güemes dos horas y veinte minutos, tal como resulta del análisis de sus viajes de los viernes, pero tardó 3 horas y 23 minutos. ¿Qué pasó en ese viaje?
De acuerdo con el comunicado de la familia Cash, conversaciones telefónicas interceptadas revelan un posible encubrimiento por parte del entorno del camionero: Miguel Segura, un líder político local, y su hijo, aparecen en diálogos que sugieren un intento de proteger a Romero. Además, testimonios falsos de abogados reconocidos desviaron la investigación durante años.
¿Por qué mintieron? ¿A quién querían proteger? ¿Qué ganaban los abogados desviando la búsqueda de María? ¿Quién les pidió que mintieran?“, se pregunta la familia.
Algo que llama poderosamente la atención: en una conversación entre Miguel Segura y su abogado José Valle, mantenida el día 8/11/24 luego de declarar en sede de Juzgado Federal N° 2 como testigo, Segura le comenta a Valle que le nombraron a Cuellar… afirmándole “me parece que vos lo conoces...”, respondiendo Valle “y si, si, si”.
“La respuesta de Valle es evasiva, cambiando de tema automáticamente luego de responder, evidenciando en el abogado una intención de dejar de hablar por teléfono del tema, al decirle en “broma” a Segura “lo importante es que estás de vuelta”, queriendo decir que Segura no quedó detenido", advierte el comunicado.