La Fundación Cuechitas Nostreras Catamarca denunció públicamente que desde la Secretaría de Protección Ciudadana del municipio capitalino se habrían habilitado puntos de venta de pirotecnia sonora, pese a la vigencia de la ordenanza municipal N° 1611/2016, que prohíbe este tipo de productos y permite únicamente pirotecnia lumínica con bajos decibeles.
En diálogo con Catamarca Despierta, Ani, referente de la fundación, responsabilizó directamente a la secretaria de Protección Ciudadana, Mariela Romero, por las habilitaciones otorgadas y por la falta de controles durante las celebraciones navideñas. “Fue tremendo lo que se vivió en Navidad, un bombardeo muy fuerte. La pasó muy mal muchísima gente: niños con TEA, personas con epilepsia, ancianos, animales y fauna silvestre”, afirmó.
Según la denuncia, la funcionaria habría autorizado locales de venta aun cuando, advirtieron desde la fundación, el municipio no cuenta con la cantidad suficiente de inspectores para realizar controles efectivos. “Se había dicho que se iban a habilitar solo productos lumínicos con bajos niveles sonoros, pero lo que se vendió fue pirotecnia sonora, bombas y petardos”, sostuvo Ani.
La referente señaló además que en distintos barrios de la Capital existen numerosos casos de niños con trastornos del espectro autista y personas con epilepsia, y mencionó situaciones que calificó como “gravísimas”, como crisis convulsivas en bebés y daños severos en animales domésticos y fauna silvestre. “Los únicos que pierden son los sectores más vulnerables: niños, ancianos y animales”, remarcó.
En ese contexto, la fundación exigió al municipio que retire todos los puestos de venta de pirotecnia sonora y que actúe de manera inmediata de cara a los festejos de Año Nuevo. “Son funcionarios, se les paga un sueldo para que funcionen. Protección Ciudadana, cero”, expresó.
Finalmente, Ani adelantó que la fundación se encuentra trabajando con su abogado para presentar una denuncia penal, al considerar que los hechos denunciados provocan daños irreparables a la salud de las personas. “La vida vale más que la pirotecnia. Queremos pasar un Año Nuevo en paz”, concluyó.