Según el académico, los principales obstáculos para las misiones de larga duración en el espacio son la radiación solar y la galáctica. Zelioni señaló que los rayos galácticos afectan a las funciones cognitivas. Así, experimentos con ratones irradiados con partículas aceleradas demostraron que los roedores, que encontraban rápidamente comida en el laberinto, lo olvidaban todo después.
Zelioni detalló que, aunque la radiación solar es un riesgo conocido y predecible contra el que se espera aprender a protegerse, los rayos espaciales galácticos representan un desafío mayor.
Estos últimos son menos entendidos y poseen un alto nivel de penetración, lo que los hace particularmente peligrosos para la función cognitiva. El académico citó experimentos en ratones que, después de ser expuestos a partículas aceleradas, olvidaban comportamientos aprendidos, como la habilidad de navegar por laberintos para encontrar comida.
"La radiación espacial galáctica tiene un nivel de permeabilidad muy elevado, lo que me lleva a ver con pesimismo la realización de un vuelo tripulado a Marte con la tecnología actual", afirmó Zelioni.
Mientras que los viajes cortos a la Luna podrían ser factibles, permitiendo a los astronautas refugiarse de la radiación bajo su superficie o en refugios construidos, el viaje a Marte, que duraría entre seis y ocho meses con la tecnología disponible hoy en día, representa un riesgo demasiado grande.
