

La esquina de Rivadavia y República ya no será la misma: hace unos minutos se confirmó el fallecimiento de Ramón Iturre, el emblemático canillita catamarqueño, dejando una profunda tristeza en toda la comunidad.
Iturre había cumplido recientemente 53 años trabajando en la venta de diarios, convirtiéndose en una figura querida y un referente en la provincia. Desde su puesto de venta, fue testigo de innumerables momentos históricos, recorriendo las calles con su bicicleta mientras voceaba las noticias. Comenzó como lustrabotas cuando era niño, hasta que se dedicó de lleno a ser diariero.
Hombre de trabajo incansable, supo enfrentar las dificultades de las crisis económicas y los avances tecnológicos que afectaban las ventas. Además, luchó por los derechos de sus compañeros en tiempos en que algunos medios gráficos no los reconocían y la paga era muy baja.
Sacrificado y orgulloso, siempre contaba que gracias a su oficio pudo construir su hogar, mantener a su familia y brindarles estudios a sus hijos.
Hoy, Catamarca pierde una parte de su historia con la partida de Ramón Iturre.