El ejército de Israel reconoció que sus soldados cometieron errores en el ataque contra un convoy de emergencia en el sur de Gaza el 23 de marzo, donde murieron 15 médicos.

Según la investigación preliminar, los soldados abrieron fuego contra el convoy porque se acercó de manera sospechosa. Sin embargo, imágenes de un teléfono móvil tomadas por uno de los paramédicos muertos mostraron que los vehículos sí tenían las luces encendidas.

La Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) insisten en que al menos seis de los médicos estaban vinculados a Hamás, pero no han proporcionado pruebas. Los soldados admitieron que los trabajadores de la salud estaban desarmados cuando abrieron fuego.

La FDI prometió una "investigación exhaustiva" del incidente, pero la Sociedad de la Media Luna Roja y otras organizaciones internacionales siguen exigiendo una investigación independiente.

El incidente se produjo en el contexto de la ofensiva militar israelí en Gaza, que ha dejado más de 50.600 muertos desde octubre de 2023, según el ministerio de salud de Gaza.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Gaza y ha pedido a Israel que respete el derecho internacional humanitario.