

El futuro de la Iglesia católica se definirá en manos de un grupo cada vez más diverso: 135 cardenales menores de 80 años conforman hoy el colegio de electores que elegirá al próximo Papa. Esta cifra supera el límite de 120 establecido por el Papa Pablo VI, una excepción que responde a decisiones estratégicas de pontífices recientes.
Representando a 66 países, los cardenales electores muestran un mapa inédito en la historia moderna del Vaticano. Europa mantiene la mayoría con 52 cardenales, pero ha cedido terreno ante otras regiones: Asia (23), África (19), América del Norte (16), América Latina (15) y Oceanía (5). Países como Mongolia, Singapur y Sudán del Sur tienen, por primera vez, representantes con derecho a voto.
Del total, 99 cardenales fueron designados por el Papa Francisco, lo que le otorga una influencia decisiva sobre el perfil del próximo sucesor de San Pedro. El resto fue nombrado por Benedicto XVI (29) y Juan Pablo II (7). Este predominio de figuras afines al pontífice actual sugiere una continuidad en reformas clave como la sinodalidad, la opción preferencial por los pobres y una Iglesia enfocada en las periferias.
Los posibles papas
Entre los nombres que suenan con fuerza están el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, el húngaro Péter Erdő, el italiano Matteo Zuppi y el africano Robert Sarah. También se mencionan al cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, cercano colaborador de Francisco, y al brasileño Sérgio da Rocha.
La edad promedio de los electores es de 72 años, con una mayoría activa entre los 60 y 75 años. El más joven es el húngaro Gergely Kovács (53 años), y el más longevo, el italiano Giovanni Battista Re (80 años).
El proceso del cónclave
Cuando la sede papal queda vacante —por renuncia o fallecimiento— el cónclave se reúne entre 15 y 20 días después. Durante ese tiempo, los cardenales se alojan en la Casa Santa Marta y votan en la Capilla Sixtina bajo estricto aislamiento. La elección requiere una mayoría de dos tercios, con votaciones diarias hasta alcanzar un consenso, tal como ocurrió en 2005 con Benedicto XVI y en 2013 con Francisco.
Una Iglesia en transición
La creciente presencia de cardenales no europeos marca un cambio profundo en el equilibrio de poder dentro del Vaticano. El cónclave que se avecina será reflejo de una Iglesia más global, donde las voces del sur del mundo cobran mayor protagonismo y la figura del próximo Papa podría estar más alineada con los desafíos de un catolicismo descentralizado, plural y en transformación.