Los futbolistas argentinos Paulo Dybala, Leandro Paredes, Matías Soulé y Valentín Castellanos estuvieron presentes en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, para darle el último adiós al Papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años producto de un derrame cerebral que derivó en un paro cardíaco.

Dybala encabezó la delegación de la Roma, acompañado por sus compatriotas Paredes y Soulé. También estuvieron presentes el entrenador Claudio Ranieri y los capitanes del club capitalino. La delegación permaneció alrededor de 15 minutos junto al féretro del Sumo Pontífice, ubicado a los pies del imponente baldaquino de Bernini.

Más tarde se sumó Valentín Castellanos, quien asistió con la delegación de la Lazio, el clásico rival de la Roma. Lo acompañaron el presidente Claudio Lotito, el DT Marco Baroni, el director deportivo Angelo Fabiani, el capitán Mattia Zaccagni y otras autoridades del club.

“Tuve la fortuna de encontrarme con él en varias ocasiones, y siempre me sorprendió su cercanía y la pasión que tenía por el fútbol. Estando en Roma, tuve la posibilidad de conocerlo, también cuando estuve en Juventus”, expresó Dybala durante la conferencia de prensa de los Premios Laureus. “Es una pérdida muy grande en todo sentido, tanto para la gente católica como para todo el fútbol, y especialmente para nosotros los argentinos. Mandamos nuestras condolencias a su familia y al Vaticano”.

El Papa y su amor por el fútbol

Jorge Mario Bergoglio nunca escondió su amor por San Lorenzo, el club del que era socio número 88.235. Su pasión nació en 1946, cuando con solo nueve años asistía con su padre al Viejo Gasómetro para ver al equipo campeón de aquel año. Durante su papado, incluso montó un museo dedicado al fútbol en el Vaticano, donde la camiseta más destacada es la del “Ciclón” con su nombre en la espalda, recordando la consagración del club en el Torneo Final 2013, casi en paralelo a su elección como Papa.

“Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro, cuando confirmaba a Angelito Correa en la capilla de Ciudad Deportiva, cuando recibía visitas azulgranas en el Vaticano con felicidad total... De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por San Lorenzo”, expresó el club en una emotiva despedida.