

Romero se destacó como líder defensivo al vencer 1-0 al Manchester United y conquistar la Europa League, el primer título de Tottenham desde la Copa de la Liga 2008. Es el tercero en esta competencia, que ganó por última vez en 1984, cuando se llamaba Copa UEFA y jugaba Osvaldo Ardiles, ícono de los Spurs.
Con un 17° lugar en la Premier League, solo por encima de los tres equipos que descendieron, Tottenham se redimió en Europa.
Fue una temporada difícil para Tottenham y para Romero, que estuvo fuera 27 partidos por lesiones.
El Cuti jugó siete de los 15 encuentros de la Europa League, regresando en octavos de final. Intenso y temperamental, tuvo un duelo constante con Harry Maguire, el defensor de Manchester United. De fondo, la clásica tensión entre un argentino y un inglés de selección. Tras el partido, Romero intentó saludarlo, pero Maguire lo ignoró y siguió reprochándole.
Muy emocionado durante los festejos, Romero declaró dentro del campo de juego: “Fue una temporada dura, nos merecíamos terminar así. Siempre damos la cara, tuvimos demasiados lesionados. Se habló mal del equipo y del DT, pero hoy cerramos varias bocas. Siempre me entregué al 100 por ciento por esta camiseta, me siento querido en el club. Cerramos con un título una temporada que era mala".
En un partido sin grandes ocasiones, Tottenham se puso 1-0 gracias a un autogol de Luke Shaw, quien desvió un centro de Sarr para Johnson, que no pudo conectar bien y confundió al defensor del United.
Tottenham aprovechó al máximo su limitada ofensiva. En la segunda mitad, el ritmo subió, al igual que la tensión. Romero y Maguire protagonizaron un intenso duelo de defensores, con empujones y amenazas, mientras se lanzaban insultos.
El choque se repitió dos veces más al final, con un empujón de Maguire que le costó la amarilla y un par de segundos clave en los que Romero, a pesar del dolor, ganó la batalla al estar en el suelo. También se destacó en un cruce defensivo ante Mount.
Sin embargo, la jugada más importante fue de Micky van de Ven, quien con una acrobacia despejó sobre la línea un cabezazo de Höjlund que casi empataba el partido. A los 25 minutos, Garnacho entró por la izquierda y puso en aprietos a Porro.
El argentino generó peligro, pero en uno de sus disparos, Vicario desvió la pelota. Para frenar el asedio del United, Tottenham metió a Danso y formó una línea de cinco en defensa.
Maguire pasó a jugar de delantero, buscando el cabezazo salvador como en los cuartos de final ante el Olympique Lyon. Hubo un cabezazo desviado de Fernandes y otro de Shaw, que Vicario salvó con una gran parada. Tottenham no pudo contraatacar y se vio acorralado.
El United, que había dejado atrás su frustración en San Mamés tras ser goleado por Bilbao, ahora se iba sin poder marcar. Tottenham no fue superior, pero ganó y consiguió el título, algo que le ha costado mucho a lo largo de su historia.