

El segundo de los clásicos de la jornada disputado en el Libertadores de América entre Independiente y River terminó 0-0. Prometía grandes emociones, pero nada de eso ocurrió durante la primera parte, que dejó más bien sabor a poco.
En medio de un trámite chato y casi sin situaciones de riesgo, el protagonismo lo tuvieron dos de los cuatro campeones del mundo que presentó en cancha el conjunto de Marcelo Gallardo: Franco Armani y Germán Pezzella.
El guardavallas millonario logró desarticular un remate de Abaldo, en la única acción real de riesgo en los primeros 45 minutos. Luego, el experimentado ex integrante de la Selección Argentina tuvo dos acciones temerarias: en la primera, el extremo Mazzantti intentó gambetearlo, pero el 1 le ganó con las piernas y lo revoleó por el aire; y en la segunda salió demasiado tarde del área ante otra corrida del ex delantero de Huracán y también se lo llevó puesto, en jugadas que generaron airados reclamos en el banco local.
A su turno, el zaguero Pezzella se llevó la peor parte poco antes del descanso, al disputar la pelota con el muy activo Mazzantti y acabar tendido en el césped muy dolorido en la rodilla, por lo que debió salir y Boselli ocupó su lugar.
De vuelta de los vestuarios, un pelotazo desde campo de Independiente fue recepcionado por Abaldo, que estaba en offside por milímetros, por lo que el posterior golazo de Santiago Montiel (de gran actuación) no fue convalidado.
En la réplica riverplatense, el colombiano Borja fue inteligente en dejar pasar el balón para Colidio, quien abrió para Galarza y el ex Talleres remató a las manos de Rey.
Pero habría más consultas al VAR luego que Mazzantti consiguiera vencer a Armani, en este caso por fuera de juego de Vera. Aunque a River también le anularían un tanto por evidente offside de Borja.