

En un hecho que sacude a la política de Los Altos y pone en alerta a la democracia local, el senador Félix Jerez, respaldado por los concejales Rodrigo Reinoso, Carlos Olveira y Lobo Vergara, habría intentado ejecutar una maniobra para desplazar al intendente Raul Barot del cargo.
La operación comenzó con la presentación de una nota en el Concejo Deliberante solicitando la suspensión del jefe comunal. Sin embargo, detrás de esta movida se esconden intereses que trascienden la “preocupación institucional”: según fuentes políticas, la maniobra responde a un plan armado por Jerez junto al exintendente Rafael Olveira para recuperar el control del municipio por vías poco transparentes.
El trasfondo sería claro: las encuestas marcan una fuerte caída de Jerez en la intención de voto, ubicándolo entre los posibles grandes derrotados en las próximas elecciones. Ante este panorama, la estrategia parecería ser la de generar inestabilidad en la gestión municipal, apostando a un caos político que le permita reposicionarse.
Especialistas en política local advierten que este tipo de golpes no solo erosionan la institucionalidad, sino que amenazan la paz social y la gobernabilidad de Los Altos. Si se consolida este tipo de prácticas, el mensaje hacia la ciudadanía es devastador: que la voluntad popular puede ser vulnerada por ambiciones personales y operaciones de escritorio.
La comunidad ahora espera que las instituciones respondan y frenen cualquier intento de atropello, porque lo que está en juego no es solo el cargo de un intendente, sino el respeto mismo a las reglas democrática